FERIA TAURINA DE SAN JORGE

Los toros de Castillejo de Huebra arruinan la tarde en Zaragoza

Isiegas sale revalorizado, Galván apunta detalles y Álvaro Lorenzo en tierra de nadie

El aragonés Jorge Isiegas en la corrida celebrada este domingo.

El aragonés Jorge Isiegas en la corrida celebrada este domingo. / ANDREEA VORNICU

Carmelo Moya

Carmelo Moya

La corrida que cerraba la miniferia de San Jorge este domingo en Zaragoza apuntaba sobre el papel altas expectativas. En el ruedo, tres toreros jóvenes con cosas que decir. Arriba, en el tendido, los cabales, el extracto depurado del público de aluvión que, por ejemplo, eligió la Romareda antes que el círculo ritual de Pignatelli.

Por la mañana circulaban las cábalas acerca de la corrida de Castillejo de Huebra, de procedencia Murube, una rama genética arrinconada por el sistema y de supervivencia amenazada. Se hablaba de sus hechuras, más o menos armoniosas a pesar de su avanzada edad; de la seriedad de sus encornaduras, todas ellas afiladas como leznas de zapatero… Los presagios, en fin, dejaban la puerta abierta a que saltaran ese par de toros de triunfo. Pero quiá.

El que cerró plaza fue sin duda el más agreste y montaraz, casi selvático. Saltaba una y otra vez por encima del capote que le presentaba Jorge Isiegas cuando se vieron de salida. Aquello era de "cuerpo a tierra". En banderillas perdonó dos veces a Jesús Montes después de tenerlo a placer entre los pitones. Salvó el pellejo de milagro.

Ya con la muleta el torero zaragozano apostó todo a la heroica. Quiso leerle la cartilla desde el principio y cuando el toro notó la mano baja en la primera serie por la derecha le crujieron los riñones, parándose en seco. Y de ahí ya no se movió.

Isiegas mantuvo firme la posición ante la mole, derrotada, poniendo un nudo de la garganta del espectador ante la posibilidad cierta de ese derrote sobrevenido, casi cantado, que parte en dos un muslo. Pero toda esa entrega sin cuento que anunciaba la voltereta en cada cita se vio empañada por el deficiente uso de los aceros.

Antes había pechado con un toro que llegó a la muleta sin definir tras una lidia mejorable. No le importó. Apenas tomó la muleta sobre la izquierda, sin probaturas, le planteó la batalla. Pero el toro, huero, vulgar hasta el hartazgo, apenas admitió la tela con intermitencia y cuando se equivocaba.

Galván, chispazos

Igual que los esquimales tienen hasta doce palabras distintas para definir la nieve el toreo se manifiesta de diferentes formas según su intérprete. El gaditano David Galván, por ejemplo, tira por el palo de lo que la mayoría califica como arte. Y de común queda asumido que el arte y el valor son, ayuntados, agua y aceite. Aunque no siempre.

Galván apenas se mostró con el capote –uno de sus mejores argumentos– degradando la verónica las más de las veces a los llamados delantales, o sea sin la profundidad de la mano baja y sometedora a cambio de un toreo menos comprometido, por la cara. Con uno de los dos toros que mostraron cierta nobleza, el primero, pero con las fuerzas más que justas hizo el toreo de ir y venir aprovechando inercias.

Ante su segundo rompió la regla pisando terrenos de muy estrechas cercanías con evidente exposición. Tras despenarlo pretendió dar la vuelta al ruedo pero el público le obligó a desistir.

En ese escenario tan poco halagüeño navegó a duras penas un Álvaro Lorenzo, otrora en puestos destacados del escalafón y hoy sumido en un chocante mar de dudas, poco resuelto y lo que es peor, sin un mensaje que transmitir al cliente.

No aprovechó la nobleza y bondad de uno y en el otro, un caballón que en banderillas había hecho aflorar la torería de Curro Javier clavando dos pares en el mismo centro del ruedo para ahorrarle la capea, se difuminó hasta hacerse casi invisible.

Los Maños, muy alta nota en Las Ventas

La ganadería aragonesa de Los Maños (Luesia) se ha presentado este domingo en la primera plaza del mundo con tres toros en un desafío frente otros tantos de Saltillo. El toro de su presentación, Matón, fue despedido con una ovación de gala tras su lidia por el magnífico juego ofrecido; el segundo también fue ovacionado en el arrastre y el tercero, justo de fuerzas, tendió a defenderse al final de lidia. Exitoso debut de la primera ganadería aragonesa en la historia de Las Ventas en lidiar sus toros. Los Maños repetirán, dentro de la feria de San Isidro con una novillada picada.

En La Misericordia tuvo lugar en la mañana de este domingo la segunda eliminatoria del bolsín para aspirantes en el que destacaron Aarón Palacio y Porta Miravé. Los tres ganadores se conocerán en los próximos días.

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